EL AMOR  NO  REQUIERE  QUE  DOS   PERSONAS  SE  MIREN  ENTRE  SÍ.   PERO  SI,   QUE  MIREN JUNTOS  EN  LA MISMA DIRECCIÓN.

A. de Saint-Exupéry

Me convertiré yo también en un fantasma?

No, no es que sea aficionada a parapsicología ni nada de eso, es que desde hace tiempo vengo dándole vueltas a algunas cosas que voy descubriendo en  mi vida de travestí.

 Supongo que no os resulta fácil  casar la palabra “travesti” con “fantasma” ¿Habrá fantasmas travestís? Y si es así ¿Qué ropa interior usan debajo de la sábana? Jejeje.

 Bueno, trataré de explicarme: Cuando hablaba de fantasmas me refería a esa gente que he conocido en este mundillo y que como idems se han ido desvaneciendo, han desaparecido de este mundillo, aunque espero que no del mundo en general.

 Una servidora ya lleva algún tiempo disfrutando este lado femenino, conociendo amigas por Internet y desde hace varios años también en la calle. Y en este tiempo he hecho amigas y amigos cuya amistad pensé que perduraría por muchos años a tenor de los sentimientos tan fuertes que a todas nos afectan cuando nos integramos  aquí. Sin embargo veo que bastantes de esas amistades van desapareciendo con el tiempo, ya no coincidimos en el chat, las llamas por teléfono se van distanciando o cada vez nos vemos menos en nuestras reuniones.

 Para mí,  como creo que para casi todas las que vivimos el travestismo, hay etapas en nuestra vida que suponen un antes y un después: La primera vez que te ves delante de un espejo con una prenda femenina, el descubrimiento por Internet de que hay más gente como tú, la primera vez que oyes tus tacones por la calle (¿Te acuerdas Olga?). Pero ... ¿Después ya no hay nada más? ¿Una vez alcanzado ese nivel que cada una tanto ha soñado se pierde el interés por seguir siendo travestí?.

 Hay una famosa película/documental, “Glen o Glenda” donde se trata la vida de una de nosotras y donde a pesar de la perspectiva histórica (1953) creo que es bastante realista ... hasta que llega el final. Siempre pensé que ese final (El protagonista acepta ir a un psiquiatra con su novia y una vez alcanzado el objetivo se siente “curado” y ya no siente la necesidad de ponerse ropas femeninas) era un final políticamente correcto para la moral de la época pero que hoy en día terminaría de otra forma.

 Mi duda es si de verdad nuestra necesidad de sentirnos femeninas, dejando aparte los casos claros de transexualidad, una vez alcanzado ese deseo va desapareciendo. Es curioso como al hablar con algunas de nosotras coincidimos en  los malos ratos que nos ha hecho pasar nuestra “afición”, cómo hemos deseado no sentir este impulso, hemos tirado nuestra preciada ropa femenina pero una y otra vez hemos vuelto a sentir la necesidad de notar su suave tacto en nuestra piel.

 En este periodo de mi vida, después de tantas dudas anteriores, no siento ninguna necesidad de dejar de sentir ese tacto, creo que he alcanzado un punto de equilibrio entre este “mundillo” y el “mundo”, por lo que me siento feliz y más estable en todos los aspectos que nunca antes. Por eso tengo miedo de que me ocurra como a esas personas que se han convertido para mí en fantasmas, temo que mis amigas/amigos que comparten conmigo todo esto desaparezcan o sea yo la que lo haga.

Quiero creer que podemos seguir avanzando y que cada vez se vea más natural que un hombre pueda cambiar su imagen a ratos o todo el tiempo, supongo que cuando eso llegue ya no tendremos que preocuparnos por nuestro círculo de este “mundillo” porque nuestro “mundillo” formará parte por fin del “mundo”. Pero mientras tanto me gustaría hacer un llamamiento para que desaparezcan los fantasmas y, si es posible, vuelvan a la luz aquellas personas queridas que hemos visto desvanecerse.

No me gustaría dejar un sentimiento pesimista acerca de nuestro futuro, creo que un travestí lo es desde que nace hasta el final de sus días, que no es una enfermedad que pueda curarse y que se puede seguir disfrutando de nosotras mismas después de pasar por la euforia de los primeros momentos. Debe haber una forma que nos permita seguir disfrutando de estas amistades a lo largo del tiempo.

Y por último un consejo chicas ¡¡¡DISFRUTAD AHORA AL MÁXIMO!!! Por si dentro de algún tiempo cambiáis los encajes por sábanas blancas.

Besos,

Loli